segunda-feira, abril 13, 2009

A crise da Igreja em Espanha

"EN LOS JÓVENES, el descenso es todavía mayor. Los sociólogos hablan de un “cristianismo residual”. La no creencia entre la juventud ha sufrido un incremento espectacular: en menos de 15 años se ha pasado del 22% que se declaraba no creyente, al 46%.
En la actualidad, los jóvenes que se declaran no creyentes católicos están por encima del 50%. De entre los creyentes, el 39% se declara católico no practicante, y solo el 10%, católico practicante. El descenso es mayor cuando se trata de expresar la importancia de la Iglesia católica en su vida: sólo para el 3% desempeña un papel significativo y tiene sentido en su día a día.
Cada año, varios miles de fieles abandonan la fe católica y pasan a engrosar el mundo de la falta de creencia o se incorporan a otras religiones que les merecen más cré-dito y confianza. Las solicitudes de apostasía van en aumento. Durante los seis primeros meses del 2008 se habían presentado 529 solicitudes de apostasía, cifra muy superior a las presentadas durante todo el año 2007, que alcanzaron la cantidad de 287.
LA REACCIÓN de la jerarquía ante tamaña crisis no es un examen de conciencia al modo clásico para analizar las causas de semejante deterioro y poner remedio. Lejos de asumir su responsabilidad, lo que hace es echar balones y culpar de la misma al galopante proceso de secularización de la sociedad, al Gobierno socialista, a las leyes aprobadas en el Parlamento, al laicismo ambiental e incluso a los teólogos críticos y a los movimientos cristianos de base.
¿Aprovechará la jerarquía católica la Semana Santa y la Pascua de Resurrección para reconocer su desubicación cultural, despertar del sue- ño dogmático en el que vive y cambiar de rumbo?"

JUAN JOSÉ Tamayo*
* Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de Islam. Cultura, religión y política (Trotta).

1 comentário:

João Pedro Ferrão disse...

O problema é que essas pessoas não ficam "não-crentes", mas passam a acreditar em medicinas alternativas, astrologia, homeopatia, tarot e outras coisas do género. E esses movimentos cada vez têm mais adeptos (o que é uma pena...).