sexta-feira, maio 02, 2008

A VERDADE

"El padre Llano no niega la virginidad de María; sugiere, siguiendo a buenos teólogos católicos, hablar de una virginidad espiritual o metafórica, como la entendieron los evangelistas, ya que sólo así la virginidad resulta compatible con la múltiple maternidad de María, narrada por los mismos evangelistas. Más de 10 pasajes del Nuevo Testamento nos hablan explícitamente de los hermanos y hermanas de Jesús. Sólo que los comentaristas católicos, para salvar la supuesta virginidad corpórea de María, ponían notas al margen diciendo que se trataba de "primos hermanos". El católico adulto ya no está para semejantes engaños infantiles.Jesucristo sí resucitó, vive con la vida de Dios. Sugiero, siguiendo a teólogos católicos actuales, expresar el mismo misterio con la palabra exaltación de Jesucristo, ya que la palabra resurrección hace alusión a una antropología y a un paradigma planetario ya caducos. Jesús no salió del sepulcro ni subió físicamente a los cielos. Ningún resucitado recupera la vida biológica que llevó en vida mortal. Sencillamente muere y pasa al juicio misericordioso de Dios. Resurrección y ascensión son dos metáforas o imágenes de su exaltación y paso a Dios. Jesús no subió espacialmente al cielo ni se encuentra físicamente en las alturas. Ya aclaró Juan Pablo II: ni el cielo ni el infierno son lugares sino estados del alma. Jesús resucitado está con Dios, es Dios, y se encuentra presente en nosotros, ya glorificado."

Alfonso Llano Escobar

1 comentário:

Alef disse...

Será interessante acompanhar este caso do livro do P. Llano. Vejo nuvens no horizonte e pressinto o juntar de lenha... Só um rotundo fracasso editorial «salvará» a situação... Ainda a procissão vai no adro, mas já se vê isto e isto e variações. A «coisa» promete...

Mesmo que tenha razão em alguns pontos (perfeitamente aceites por teólogos insuspeitos), este livro não pode evitar falar dos «carvoeiros» sem que eles o leiam e o leiam como «carvoeiros». E no fim quem ficará queimado e negro não será o carvoeiro...

E como em tantas outras ocasiões, o problema não está apenas num dos lados.

Alef