quarta-feira, maio 05, 2010

Preservemos a verdade

"Hay que decir con toda claridad que no es competencia de la Iglesia ni el prohibir el preservativo ni recomendarlo. Ciertas posiciones de algunos eclesiásticos chocan con las medidas relativamente eficaces para combatir la pandemia, usadas por personal sanitario católico implicado en la prevención del sida. Lo irresponsable sería no usarlo, a sabiendas de que hay peligro de contagio o de que no se tiene el proyecto de responsabilizarse de un embarazo. Pero, como he repetido otras veces, no tendría ni siquiera que hacerse problema de ello. Es cuestión de responsabilidad, sentido común y, por supuesto, un poquito de buen humor, que a veces se echa de menos en algunos mitrados”.

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